Ser una parte de la Iglesia de Cristo sin excluirse ni aislarse de otros cristianos Participando activamente  en la vida del pueblo de Dios.

Pertenecer a una comunidad donde toda persona es respetada por su individualidad y puede utilizar sus talentos.

Creer y vivir una teología basada en las Sagradas Escrituras, respetuosa de la Tradición, coherente con la inteligencia y la razón.

Preferir la libertad de criterios en Cristo a que todas las opiniones sean exactamente iguales.

Considerar el ministerio como deber y privilegio de todas las personas bautizadas, sintiendo devoción y reverencia por los Sacramentos.

Hacer hincapié en la moralidad (todo lo que es bueno y edifica) y evitar el moralismo (que define la salvación como resultado de la conducta individual y no de la obra de Cristo).

Participar de la herencia apostólica, la fe en el Evangelio de Cristo. Formando  parte de una historia antigua y sagrada que se renueva cada día.

Creer que la Iglesia pertenece a todos nosotros, y que todos tenemos el privilegio de apoyarla según las posibilidades de cada uno.

Participar en la administración y el gobierno de la Iglesia bajo el orden establecido.

Pertenecer a una familia internacional, intercultural que proclama el Evangelio en todo el mundo, como Cristo nos mandó a hacer.

Básicamente creemos:

Creemos que el Antiguo y Nuevo testamento, contienen todas las enseñanzas necesarias para la salvación, son el máximo lineamiento de la fe cristiana

Consideramos el Credo Niceno, el Credo de los apóstoles y el bautismo como suficientes símbolos de fe

Dos sacramentos fueron ordenados por Cristo mismo: El Bautismo y La Cena del señor. Son administrados siguiendo su mandato directo

El Episcopado histórico, es adaptado en administración y métodos a las diferentes necesidades década pueblo y nación llamados por Dios  a la Unidad de la Iglesia

Ubicamos nuestras raíces en la Iglesia primitiva y nuestra identidad Anglicana en la expansión post reforma de la Iglesia de Inglaterra y otras Iglesias Episcopales. Hubo dos etapas en la expansión de la comunión Anglicana. En los inicios del siglo XVI el anglicanismo se estableció durante la colonización de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y la región sur de África.

La segunda etapa, comenzó en el siglo XVIII. Donde  misioneros trabajaron para establecer Iglesias Anglicanas en Asia, África y América latina.

Como una familia de Iglesias repartidas por todo el mundo la Comunión Anglicana  tiene más de 80 millones de fieles repartidos en 38 provincias, presentes en  161 países. Hablamos diferentes idiomas, pertenecemos a diferentes Razas y culturas.

Cada Iglesia es autónoma, unidas únicamente por su legado histórico, teología, culto y su relación fraternal con Canterbury.

Los anglicanos mantenemos la fe católica apostólica, siguiendo las enseñanzas de Jesucristo  en la cual la Iglesia está comprometida  a proclamar las buenas nuevas de los evangelios a toda la creación.

Esto se basa en la revelación contenida en las Sagradas escrituras y los credos, interpretamos a la luz de la tradición Cristiana, la razón científica y la experiencia.

Por el bautismo en el nombre del padre, hijo y espíritu Santo cada persona se convierte en uno con Cristo y es recibido en la congregación de la Iglesia. Este sacramento de iniciación es ofrecido a niños y adultos.

El eje central del culto anglicano es la celebración de la Santa Eucaristía, también llamada Santa Comunión o la Santa cena del señor. Con una ofrenda de oración y adoración  celebramos la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Otros ritos importantes son los llamados sacramentos: La confirmación, Orden sacerdotal, Matrimonio y la unción de los enfermos.

La liturgia anglicana puede variar desde una forma sencilla hasta una

Más elaborada o una combinación de ambas. Contenida y unificada por el Libro de Oración Común. También se agrega en algunas provincias de la comunión el Libro de Culto Común donde se han agregado ritos y oraciones modernos.

Un gran distintivo de la Iglesia Anglicana, es que todas las Iglesias funcionan de manera autónoma. Es una Iglesia donde las parroquias, diócesis y provincias  se apoyan y trabajan juntas financieramente y compartiendo otros recursos.

Ser anglicano es, estar unidos feligresía, creyentes y simpatizantes apoyándose mutuamente en el viaje de fe en Dios, dedicados a encontrarlo a través de la oración y el servicio.

Los tres oficios divinos más frecuentemente practicados por la Iglesia son: La Santa Eucaristía, los de la Oración matutina y la Oración Vespertina. Todos ellos y los otros oficios de mayor importancia, se encuentran en el Libro de Oración Común.

Estos oficios están arreglados de tal manera que cualquier persona que siga las rúbricas de las secciones y las instrucciones, puede participar activamente los oficios.

Uno de los grandes principios anglicanos, es que el culto de la Iglesia pone énfasis en la participación de la congregación en los oficios y se ha diseñado para ser usado tanto por el clero como por los laicos.

La Biblia dentro de la vida y adoración anglicana

La Iglesia Anglicana, es una Iglesia de la Biblia. La Iglesia primitiva reconocía las Escrituras que conocemos hoy como los libros del Antiguo y Nuevo Testamento como inspirados por Dios, y cruciales para el entendimiento de Dios en Cristo y los unió en el “Canon de las Escrituras”, la Santa Biblia.

Los primeros dirigentes de la Iglesia Anglicana se pusieron a la vanguardia de la larga lucha para imprimir la Biblia en el idioma del pueblo, para que todos tuvieran el derecho de leer el testimonio de los evangelios y escuchar su lectura pública en el idioma que entendían.

En castellano la versión Reina-Valera ha sido muy utilizada en América latina . Esta versión fue producida por Casiodoro de Reina en 1569 y revisada en 1602 por Cipriano de Valera. Sin embargo, la versión en lengua popular “La Biblia: Dios habla hoy” se ha difundido ampliamente en nuestra Iglesia de El Salvador.

La Iglesia Anglicana cree que las Sagradas Escrituras contienen toda la doctrina necesaria para la salvación y que nada que no pueda leerse en las Escrituras, ni probarse con ellas, es necesario para la salvación.

El Libro de Oración Común, es el principal libro litúrgico de la Iglesia de Inglaterra y de la Comunión Anglicana. El primer libro de público en 1549. En el la liturgia latina fue simplificada radicalmente y fue traducida a inglés por la mano de editora de Thomas Cranmer, Arzobispo de Canterbury, bajo el reino de Eduardo VI.
El libro de Oración común es el resultado de la unificación de los ritos- liturgia y oraciones de la Iglesia de Inglaterra y más recientemente adaptados a las costumbres de cada país de la Comunión Anglicana, contiene pautas para la oración y el culto que se usan siempre que se congregan los miembros de la Iglesia. No sustituye las oraciones privadas, ni la alabanza personal y colectiva, sino que es una parte de la vida de adoración anglicana.
Constituye una de las mayores colecciones de grandes oraciones que hayan sido ofrecidas a Dios por los hombres. En este libro hay oraciones para cada necesidad y ocasión. Es un manual de ritos y  devoción, mediante el cual los fieles pueden participar activamente en el culto de la Iglesia. Es también una guía excelente para la oración y la meditación privada.